“Las buenas noticias pueden darse a cualquier hora, pero las malas hay que darlas por la mañana", dijo el poeta europeo George Herbert  refiriéndose a las publicaciones matutinas de los diarios en el siglo XV, y el contexto no ha cambiado. Prendemos el televisor o navegamos en los websites de los medios más grandes y todo trata de noticias negativas.

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Michael Jackson resumió así la razón de este tipo de contenido en los medios tradicionales: "la gente escribe cosas negativas porque ellos sienten que es lo que venden, las buenas noticias no venden".

Pensemos ¿las malas noticias tienen una remuneración significativa en la actualidad? El hecho de que los videos más lucrativos sean de perritos felices o gatos haciendo mil piruetas responde a la pregunta.

Hoy en día necesitamos esperanza, una dosis de fe, una carga de lo bueno que este mundo tiene. 

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Como la alegría hermosea el rostro, empecemos juntos una buena semana con información cálida y una gran sonrisa.